RECUPERANDO LOS SOBRESCRITOS EN VERSO
Los compañeros del Museo de la Escritura Popular de Terque nos traen al presente una vieja costumbre: los sobrescritos en verso. Para no perder esta práctica, pusieron recientemente en circulación una carta con este tipo de sobrescritos y, gracias a la paciencia y la eficacia de los carteros, llegó a manos de su destinataria, Paca la del Pan, que quedo sorprendida al recibirla.
Explicaba Francisco José de Artiga en 1692: “Tres cosas ha de explicar / un sobrescrito bien hecho / son: persona, dignidad / y lugar donde va el pliego”.
El sobrescrito se define como el texto que identifica al destinatario en el sobre o en el propio pliego cerrado de la carta. No obstante, el trabajo de la Administración de Correos se complicaba por la utilización en las cartas de toda clase de pliegos con direcciones imprecisas o mal redactadas que, en ocasiones, llevaban a la pérdida, devolución o destrucción de las cartas.
A las imprecisiones se sumaban las formas extravagantes de escribir el sobrescrito, en verso, en jeroglíficos o acompañados de dibujos y diferentes tipos de caligrafías. Esta intencionalidad del remitente, pretendía convertir el sobrescrito de su carta en algo diferente, original y atractivo, que nos habla de sentimientos, de complicidad, consideración, amistad o amor.
Estas rarezas no eran muy bien vistas, por el Doctor Thebussem: “El sobrescrito es un documento público y no privado; el correo debe imponer e impone una ley… la fachada de un pliego viene a representar lo que la fachada de un edificio, en la cual debe intervenir el beneplácito de la autoridad…” Cada año la Administración destruía cientos de miles de cartas que no se habían podido entregar por sus sobrescritos indescifrables. En algunas solo aparecía el nombre del destinatario, en otras, solo el punto de destino. En 1883 se verificó en Madrid “la quema de cartas de todas las Administraciones de Correos” Entre ellas había 150.000 cartas de la Península y unas 38.000 devueltas del extranjero (El Serpis, 1883).
Este tipo de sobrescritos en verso fueron especialmente populares desde finales del XIX, valgan estos dos ejemplos:
“No remito esta a Varsovia
a Pekin ni a Santa Fe
ni tampoco es a Cracovia;
sino al Señor Dean de la Catedral de Segovia» (La Ilustración Española, 1881)
“Pon cartero, faz risueña
y lleva en un periquete
la carta al numero 7,
en el campo de la Leña.
Ya veras como la empuña
demostrándote su agrado,
mi amigo Manuel Salgado,
que reside en la Coruña” (El Averiguador Universal, 1880).
Si os apetece participar de esta bonita práctica, no dudéis en mandar una carta al Museo de la Escritura de Terque con vuestros ingeniosos sobrescritos y que incluya el código postal de Terque (04569) para que los carteros nos ayuden aún mejor!!!
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